Todo tiene una razón, las sonrisas, pero también los lamentos, les cuento que en vida siempre he intentado tener el control de todo, desde mis planes hasta mis acciones, cada día Dios me muestra que solo él tiene el control.
Desde mi trabajo, mi salud, mis amigos, mi comunidad, mi familia, los planes de Dios son perfectos. Él se toma la tarea de a detalle escribir lo que será mejor, y en qué momento esto se dará en tu vida, en algunos momentos el borra algunas cosas, pues tuvo una mejor idea , pero nosotros nos empeñamos en escribir encima de la escritura de Dios, de tachar aquello y ser nosotros los autores de nuestra vida. Nosotros somos los que hacemos esos planes realidad, es cierto sin nosotros no habría sido posible ni escribirla ni llevarla a cabo, pero quien decide que escribir es el.
Hay que pedir paciencia, sabiduría y esperanza para poder caminar siguiendo lo escrito, a veces nos confundimos y nos desviamos pero lo importante es que si nos damos cuenta somos capaces de volver a retomarlo.
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