Hoy vi algo maravilloso: El sol, resplandeciente, naciente de entre las nubes, fue algo renovador, ahí pensé que debemos ser como él. Luz que se brinda a todos, que día a día se levanta con el mismo objetivo, ser como el sol es levantarse como si las cosas del día anterior no apagaron tu luz, que a pesar de que las nubes quisieran ocultarte a tu hora, a tu tiempo sales, radiante, unic@ y vas levantándote, al terminar tu jornada bajas la intensidad de tu luz, pero no dejas de existir, mueres hoy para renacer mañana.
Vi una imagen que decía: “Recuerda cada noche vaciar tu corazón de angustias y preocupaciones para que Dios te lo llene de amor y esperanzas cada nuevo amanecer”. Haz como el sol, levántate cada día nuevo, vestido de luz, iluminando a los demás, haciéndolos sonreír solo de verte. Si no te has tomado el tiempo de ver ese astro una mañana cualquiera te invito a hacerlo, veras realmente de que te hablo, un color intenso, una luz vibrante que te llena de fuerzas y esperanzas.
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