Se acerca el fin de año y muchas personas empiezan a dejarse llevar de las creencias de fin de año; sacar una maleta, comer 12 uvas, quemar un papel con las cosas negativas, escribir una con las cosas que quieres en el año nuevo, ponerse un color especifico de ropa interior dependiendo aquello que queremos, sea amor, dinero, paz. Si seguimos no terminamos, tradiciones que han surgfido y que funcionen o no, la gente lo cree.
Mi único ritual de fin de año y aquel que me ayudado a obtener lo que quiero, es el de anotar en un papel mis metas en el año venidero, clasificándolas en varios niveles: Personal, espiritual y profesional, coloco retos que se puedan cumplir en ese periodo o al menos empezar, soy de las que piensa que los grandes planes se construyen día a día, debes tener al menos una idea de lo que quieres para tu futuro y así vas de lo general a lo particular, es decir ya será más fácil poder establecer año a año aquello que te hará el camino. La primera vez fue difícil hacerlo lo admito, pero conforme pasan los años mis expectativas son mayores y son cosas cada vez más concretas, al terminar el año, las reviso y las califico como Completada/Completada parcialmente/No iniciada, para ver como cerré mi año. Evalúo si serán parte de mi nuevo año o no, y trazo mi nuevo camino para el año venidero. Esta lista la coloco en algún lugar visible, para tener pendiente esto.
Te invito a que lo hagas, no es tan complicado, puedes hacerlo de la forma que quieras, ponerle tu toque personal, pero lo importante es plasmar eso que quieres con claridad, no te aseguro que puedas cumplirlas todas, pues hay que recordar que Dios tiene el control y que él sabe cuando nos da algunas cosas, pero te ayuda a luchar por aquello que quieres.
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